miércoles, 21 de octubre de 2009

Contingencia

Vi el indicio como causa,
a la oportunidad como un hecho,
la probabilidad inevitable.

La probabilidad debió ser mínima,
los indicios, inexistentes,
y las oportunidades, ausentes, igual las desperdicié.

Al límite con la terquedad
encaré el espejismo,
me zambullí en el huracán,
y aún no sé dónde terminé.

5 comentarios:

Luna dijo...

Una extraña palabra "contingencia"
Creo que no la he usado nunca.

Besos

Anónimo dijo...

me encantò .. y no soy una mujer encantada con casi nada.
besos, querido Hermes!

mujer fotografa dijo...

te extraño escritor....cuando me dejas robarte un pedacito de tu alma con una camara ya cansada de disparar a frivolidades y con ganas de capturar pequeños fragmentos de almas distintas, como la tuya.


no te podes negar a semejante pedido.


se lo extraña


la desaparecida mujer fotografa

Violeta dijo...

El día en que las probabilidades abunden; los indicios sean claros, y las oportunidades persistan; podremos encontrar esos pequeños rayitos de sol que siempre se esconden entre sombras y espejismos, y que en algún momento (seguro que en algún momento) nos podrán indcar en dónde estamos parados.

Un cariño,

Anónimo dijo...

.Al limite con la terquedad, encaré el espejismo . Decís vos.

Cuando de terquedades se trata, no gasto humildades en decir que me siento experta.
Tantas veces me encuentro remando a contracorriente un remo testarudo en la mano y un remo porfiado en la otra.

Lali