sábado, 13 de junio de 2009

Tu cobardía y mi ego

No quiero saberlo. No seas cobarde, no me lo digas y te quedes todavía a mi lado. Te pregunto hace cuánto, no me vuelvas a contestar. Me obligás a pensar cuántas veces dormimos juntos, los tres. Quién sabe cuántas veces no fui yo. Y da igual lo poco que lo hayas tocado, si a mi piel le pensaste otro nombre. Ahora está sucio mi cuerpo (y mi ego) ¿es que nunca me aceptaste imperfecto?. O fue peor: siempre completaste al otro con un poco de mi.

Tan poco duró... y no es el tiempo en verdad, no quería saberlo.

6 comentarios:

Lucila dijo...

Feliz Cumple Hermet
pasala lindo
besitos

Nan dijo...

si es cumple me sumo al saludo.
si es cierto me sumo al abrazo que consuela

Celeste dijo...

Sé que no hablaste de él, pero igual lo diré: no era amor, querido mío...

Por eso sólo salió herido tu ego, que no es poco, pero tampoco es mucho.

Besos enormes

Celeste dijo...

Niño, te debo algo de mi nuevo post...

Gracias por los empujones para que vuelva...

Al parecer, me encontré.

Aldana dijo...

Me encanto tu relato... es verdad que no importa cuantas veces lo haya tocando, o con cuanta intensidad... duele al fin. Un abrazo Hermes! siempre tenemos a la palabra para decifrarnos y arrojarnos a otro lugar mas cálido

Anónimo dijo...

A esto leído...
Se vino esto otro escrito:


Te prefiero presente. Aún, estando ausente... en mi tiempo y en mi espacio.
Más allá de los desencuentros,
de cualquier posible destiempo: pre. sen. te, recordarte, vivirte, pronosticarte.
Sólo quiero tu presencia si vos venís incluido en ella.
Si aceptás este contrato informal que firmamos un día que no fue; con una pluma de tinta indeleblemente invisible.
Sentirte ahora devenir, latido vigente, sentidos intermitentes, pálpito contemporáneo.
Mirarte aunque mis ojos te juren inexistente y mi tacto te entienda distante.
Estar sin estar… pero siempre, siempre: estando.


(Aunque no se si se entiende realmente la idea)

Lali