Hasta en el tejido más intrincado de mis sueños, ciertas imágenes se vuelven nítidas. Son imágenes idéicas, con visión difusa y convicción certera. Son geniales o una perdición.
Hoy, un haz apenas perceptible de aquellos tiempos que parecían lejos, generó un chispazo que incendió mi cielo. La casa en llamas, y yo plácidamente dormido como para hacer algo.
5 comentarios:
todos somos leña al fuego.
el lado b... de la vida
Hay que andar precavido porque al que vive de sueños se lo comen dormido :)
¿acaso el sector fumador no es un tanque de nafta?
(me gustó oir tu poema)
Cíclopa
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