sábado, 10 de mayo de 2008

el arte

“El poder reside en no inventar finales felices para nuestra vida, en no inventar cuentos de hadas que nos consuelen. El tipo que es verdaderamente fuerte puede aceptar que le cuenten la realidad crudamente tal cual es, porque no necesita que termine bien... Un libro triste produce belleza, alegría al que lo lee... La alegría no consiste solamente en tirar petardos (por no decir otra cosa). La alegría puede consistir en recibir una información compleja, y ser capaz de descifrarla y comprenderla.”

Alejandro Dolina

10 comentarios:

ariadna dijo...

y hermes es...?

Azul es lejos dijo...

Que loco, la alegría, a veces, duele. Calculo que es un "dolor lindo", como un parto o algo así.

No lo habia pensado.

Lou dijo...

Muy cierto, pero no inventar finales felices es poder?
O es solo ser realista ;)
besos hermes

Amélie Poulain dijo...

Nunca lo había pensado así, muy buen fragmento.

Hermes dijo...

Claro que si el poder residiera sólo en no inventar finales felices, sería un tanto simple.
Y no quisiera ser injusto con el señor Dolina, de quien recorte arbitrariamente un pedazo de su discurso...

Unknown dijo...

Lo de los cuentos de hadas y finales felices es algo que se ve mucho, y en realidad hay mas grises que blancos y negros, de todas formas necesito también la alegría que me causa algo simple espontáneo inesperado.

Lou dijo...

jaja está muy bueno el fragmento! solo fué un impulso de esos míos de cuestionar, y los nervios de parcial y ...
besos

Anónimo dijo...

Hola Zorro!!
Aquí estoy como lo prometi...jeje ahora yo también tengo mi espacio, podés visitarlo cuando quieras...quedó chavitanita nomás...jeje
te quiero mucho!!
besos

Luna dijo...

No quiero ser fuerte a un costo tan alto, prefiero soñar con finales felices

Hermes dijo...

No creo que esta idea desestime la esperanza...creo qeu desestima la ilusión como engaño a sí mismo...

Aún así podés preferir no hacer caso a la crudeza de algunos aspectos de la realidad y entregarte a la fantasía. Muchos estarán de acuerdo con vos (por mi parte, no)