Fue una combinación: la fiebre, el aire frío, la oscuridad, la mente en blanco arrojada de repente al mundo. Fue un instante.
Pero no fue una alucinación.
Caí bruscamente en mi cuerpo. Me posicioné detrás de mis propios ojos. Sentí una especie de omnipotencia a la vez de una absoluta indefensión. El sabor fue de estar vivo.
Entonces sonreí …
… y morí” me gustaba como final. Pero resulta que sigo acá,
y ahora no me puedo olvidar de que estoy vivo.
martes, 21 de octubre de 2008
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3 comentarios:
Por qué ningún humano quiso hablar acá???
Posiciónese detrás de sus ojos,
y nunca olvide que está vivo, Hermeto...
(si, me gusta mucho decir Hermeto)
hermeto
hermeto
:)
Mis saludos,
para usted...
no importa tanto quienes no quisieron hablar... lo lindo es que Luz humana sí!
Caí en mis ojos mientras mis ojos caian en mí...
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