lunes, 17 de marzo de 2008

Amo y aborrezco la [mía] humanidad IV

Me jacto de mis (imperfectas) bondades, tanto que duermo tranquilo. Y sin embargo ciertas veces soy esclavo de ellas.

1 comentario:

Azul es lejos dijo...

Hablando de matices te dejo un párrafo que me pareció interesante.

Tan vívidas las figuras del cuadro, criaturas informes que, en realidad, eran grandes manchas espesas de deslumbrante pintura amarilla y roja. Todo lo que parecía vivo estaba vivo, era una neta posibilidad. Pintaste seres desarmados, nadando en un color cegador y tuvieron que existir así para siempre. ¿Podían verte con esos ojos diminutos y esparcidos? ¿O sólo veían el cielo y el infierno de su propio reino resplandeciente, anclado en un clavo de la pared por medio de un pedacito de acero retorcido?

La Reina de los Condenados - Anne Rice